viernes, 24 de agosto de 2012

Seguimos cargándonos la democracia


                  El presidente de la Federación de Municipios  de Cantabria y alcalde de San Vicente de la Barquera, Julián Vélez, apuesta por reducir la democracia. Analizando el proyecto de reforma de la Administración local, afirmó que “si la mayoría de personas se cuestiona si 102 municipios para Cantabria son muchos, si hablamos de que tenemos 580 juntas vecinales está todo dicho”.  El alcalde de la localidad costera por el Partido Popular, dejó claro que “las juntas vecinales, a pesar de la gestión de recursos que realizan algunas de ellas, no tienen cabida en el futuro inmediato”. En el anteproyecto de reforma de la Ley de Bases se plantea la eliminación de entidades locales menores, aunque el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Iñigo de la Serna, matizó que se buscará el máximo consenso.
            Estas declaraciones ponen en evidencia el escaso talante democrático de la clase política. Las entidades locales menores ( a las que pertenecen las juntas vecinales), están reconocidas en nuestra legislación desde el año 1924. En nuestro país existen más de 3.000.  Se definen como “entidades locales cuyo ámbito territorial es inferior al municipio, con determinadas competencias sobre su patrimonio y la posibilidad de que le delegue otras el Ayuntamiento en el que se integra. Aparte, tiene un alcalde pedáneo elegido directamente por los vecinos y si la entidad está integrada por menos de 100 vecinos, puede funcionar en régimen de concejo abierto. Las entidades locales menores pueden gestionar su patrimonio compuesto por tasas, contribuciones especiales, y hasta participación en los ingresos del municipio. A su vez pueden imponer la prestación personal y de transporte.
La necesidad de esta figura surge por el acercamiento de la administración a los vecinos y la conveniencia de la participación de éstos en las decisiones que directamente les interesan. Siempre ha de existir una voluntad de autoadministración por parte de los vecinos. En definitiva, es un mecanismo político  que una sociedad con conciencia de bien común, podría poner al servicio de todas las personas y frenar la corrupción creciente en todas las administraciones. Si las personas que deciden organizarse a sí, lo hacen desde un espíritu autogestionario, podría ser el embrión de una gestión política auténticamente centrada en el bien común.
Lo curioso es la escasa publicidad que todos los grupos políticos le han dado siempre en estos casi 100 años que lleva existiendo. Aunque ahora el PSOE se sume a las críticas (porque la reforma parte del PP), nunca han propugnado en nuestra región formación política acerca de las posibilidades que pueden tener las entidades locales menores en una región con multitud de núcleos pequeños como la nuestra . 
¿Por qué este silencio? La explicación es fácil. El señor Vélez, por poner un ejemplo, cobra 39.000 euros anuales (3.250.00€ al mes) por ser alcalde un municipio como San Vicente de la Barquera (que no llega a 5.000 vecinos). ¿Cómo le va a interesar dar más capacidad de gestión a las juntas vecinales? Cuanto más mecanismos de gestión se le pueda quitar al pueblo, más le pueden robar nuestros políticos. La cosa está fácil.

domingo, 19 de agosto de 2012

Santander...¿alcohol sí, solidaridad no?

         El Ayuntamiento de Santander, ha llevado a cabo en estos últimos tiempos diversas iniciativas dirigidas a limitar el consumo de  alcohol entre los jóvenes. Pasando por teatro (programa "el arte previene"), ocio alternativo ( programa "Sábados tarde"), y la puesta en marcha de patrullas policiales "Shoe" (Servicio de horario especial) que denuncian a los jóvenes que beben en la calle. Es muy loable esta actitud saludable por parte del consistorio, que sin embargo, no casa bien con la promoción de actividades que tienen que ver con el alcohol en la calle. Hablamos por ejemplo de la Semana Grande de Santander, cuya actividad central parece que son las 61 casetas que se instalan en las calles y que no son más que prolongaciones de los bares y establecimientos hosteleros que hay en la ciudad. También destaca la promoción de cursos para ser "barman" y elaborar mojitos  y Gin Tonics. Estos no los promociona el Ayuntamiento de Santander, pero parecen ser celebrados por todo lo alto por parte de las empresas organizadoras (entre las que está el Diario Montañés ). En resumidas cuentas que parecen querer "soplar y sorber" al mismo tiempo lo que como dice el refran, no puede ser. Dar aspecto de ciudad que mira por sus jóvenes y por hábitos de vida sana y al tiempo, quedar bien con el empresariado de la hostelería, los bares y el turismo, actividad a todas luces más lucrativa para cualquier ayuntamiento.
      La guinda a esta hipocresía municipal, la ha  puesto recientemente el concejal de la oposición Jose María Fuentes Pila (Partido Regionalista de Cantabria), al afirmar que no hay que criminalizar a los jóvenes por el botellón(dice que esto afecta a la autoestima de los jóvenes). Textualmente "no es erradicar el botellón, sino buscar soluciones". Desde el ayuntamiento, Fuentes-Pila ha promovido una mesa de encuentro en la que sienta a todas las partes implicadas y cuya primera conclusión de las reuniones ha sido: hay que distinguir entre el consumo de alcohol entre menores que es necesario erradicar y el consumo de mayores de edad en la vía pública. Quizás este hombre no entienda, que si el ejemplo que le ofrecemos a los jóvenes es beber en la calle, es muy posible que ellos se sientan legitimados a hacerlo. 
            En Santander, existen muchos beneficiados por el consumo de alcohol de mayores y de jóvenes: bares, pubs, discotecas, supermercados, licencias de terrazas que cobra el ayuntamiento, etc...Esto hace que sea un auténtico negocio que el consistorio, promueve con una mano, mientras con la otra se esfuerza en aparentar una ciudad saludable y cultural. En nuestro pais se da esta doble moral, puesto que la aportación impositiva de una botella de alcohol de alta graduación es del 50% del importe de ésta.
         Resulta curioso como ciudadanos de Santander que llevamos varios años promoviendo actividades culturales, solidarias con los empobrecidos, en la calle hayamos visto todo tipo de trabas por parte del Ayuntamiento. Mientras se promueven actividades perjudiciales para las personas, como es el consumo de alcohol. Acabaremos viendo "botellódromos" pagados con nuestros impuestos, como en otras ciudades españolas.

sábado, 11 de agosto de 2012

No hay libertad de expresión,...ni de cultura

 En Santander desarrolla su labor todos los veranos la Universidad Internacional Menendez Pelayo. Recientemente, acudió a ella el diseñador Javier Mariscal, conocido por diseñar la mascota de las Olimpiadas de Barcelona en 1992. Mariscal participó en el ciclo "El autor y su obra", y en una rueda de prensa posterior se hizo eco de los recortes del "Gobierno Rajoy" en materias como la enseñanza. Declaró que "Franco se cargó todo lo que oliera a cultura y parece que éstos son sus hijos o sus nietos" y también que " Cultura es igual a rojos, a gente que no está de acuerdo con nuestras ideas". Este hombre ,que también afirmó que no seguía la actualidad desde hace un año ya que no quería que le quitasen la felicidad, debería darse cuenta que de Franco a la actualidad, el mundo de la cultura y de la libertad de expresión ha estado manipulado por el poder político de turno, siempre al servicio del poder económico. Buena muestra de ello, es que el propio taller en el que participa está financiado por la Fundación Banco Santander, lo que podría cohartar la libre expresión de ideas críticas hacia el poder financiero, en virtud de ese principio universal de "quien paga exige".
            Pero podemos ir más lejos. Hoy, uno de los filtros que sufre la información en el mundo es el del monopolio informativo por unas pocas multinacionales que manejan la mayoría de los medios de comunicación escritos, visuales, radiofónicos y digitales, así como revistas, publicaciones, editoriales de libros y demás. Si le sirve de detalle, en México, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, tuvo que advertir acerca de una nueva legislación mediática que permitía la concentración de empresas de radio y televisión en pocas manos. El Alto Comisionado afirmó que dicha ley permitía monopolios que atentaban contra la libertad de expresión y la pluralidad de la información. En nuestro país, asistimos en el último Gobierno del PSOE a la fusión entre dos grandes cadenas de televisión (La Sexta y Cuatro) que redujeron el espectro mediático a menos manos todavía (dos canales estatales sin anuncios, para no quitar negocio a los privados,  Tele 5 de Berlusconi y Antena 3, más el nuevo grupo resultado de la fusión). Desde hace 20 años, tres o cuatro grupos empresariales, haciendo gala de que la información es poder, controlan en España todos los medios de comunicación, productora cinematográficas y publicaciones escritas. Los "grupo Prisa", Editorial Planeta, Grupo Godó, Vocento y demás familia, han monopolizado la cultura al servicio de sus intereses económicos y los del partido político de turno en el Gobierno. ¡Y esto acentuado en la democracia y con partidos que se dicen de izquierdas como el PSOE que nos ha gobernado 21 años!. Señor Mariscal, infórmese más de la realidad que le rodea. Hoy existe una cultura de muerte impuesta, centrada en el bienestar de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos.

lunes, 6 de agosto de 2012

Menos democracia con la excusa de la austeridad

   Recientemente, el concejal del Partido Regionalista de Cantabria en el ayuntamiento de Santander, Francisco Sierra, ponía de manifiesto la trastienda de una de las medidas para fomentar la austeridad del Gobierno. La medida se refiere a la supresión del 30% de concejales en los más de 8.000 ayuntamientos del Estado. Sierra critica que esta medida beneficia a los partidos mayoritarios y dificulta el acceso a los minoritarios al gobierno municipal. Pero lo que esta medida no toca es lo referente a la dedicación exclusiva o no de dichos concejales.  De esta manera en el Ayuntamiento de Santander hay 12 concejales (según Sierra) con dedicación exclusiva que cobran 3.011.14€ al mes. Si se reduce el 30% de los 27 concejales, la corporación pasaría a contar con 19 concejales. De estos, perfectamente podría seguir habiendo 12 concejales con sueldos astronómicos como hay ahora. Francisco Sierra presentó una moción en el año 2010 pidiendo que se redujeran a la mitad los sueldos de los concejales. Desde el sentido común podemos plantear que a la política se debe dedicar uno por vocación de servicio, y que por tanto, sobra todo tipo de estipendios por esta labor. No obstante, es de agradecer que se destape la hipocresía de querer cercenar la democracia más cercana al ciudadano con la excusa de la austeridad. ¿Se ha preguntado algún político del Partido Popular, impulsor de esta medida, o de otros partidos, si hay gente dispuesta a ser concejal sin cobrar un duro ni una dieta?....