Obreros,
maquinaria pesada, asfalto levantado, estructuras de hierro,…¿qué está pasando
en la zona portuaria de Santander? Ni más ni menos que la más fastuosa obra de
comienzos del siglo XXI en la capital cántabra : El Centro Botín. Un centro de arte ultra moderno, situado en
primera línea de costa sobre una de las bahías más bellas de Europa, en un
entorno completamente privilegiado.
Hace un par de años se comenzó a hablar
de esta inversión de la Fundación Botín en la capital cántabra, según algunos, igualable al centro Niemayer de Avilés y al Museo Guggenheim
de Bilbao. La superficie total será de 6.000 metros cuadrados y se pretende
inaugurar para febrero de 2014, realizando la obra en tiempo record. La
inversión es financiada en su totalidad por la Fundación Botín ascendiendo esta
a 62 millones de euros, a los que hay que sumar 15 millones para soterrar el
tráfico que transcurre entre los Jardines de Pereda y el muelle de Albareda,
donde se ubicará.
Esta
inversión se prevé que aporte 1.400 empleos durante dos años (mientras
duran las obras). Se calcula que atraerá a
200.000 visitantes al año, y su funcionamiento contribuirá al
mantenimiento de 650 puestos de trabajo. El presupuesto anual se estima en 12,2
millones de euros. EL alcalde de
Santander, declaraba que “ El Centro
Botín va a ser sinónimo de dinamismo cultural y de vanguardia educativa”. También afirmaba que “con una inversión estrictamente privada, se generará un inmenso
beneficio público, social y se acometerá una actuación de mejora del entorno
urbano que, desde el Ayuntamiento de Santander, no seríamos capaces, en ningún
caso, de llevar a cabo en un contexto socioeconómico como el actual”. ¿Podemos decir que es una inversión
estrictamente privada? ¿no pertenece a la ciudad el terreno donde se ubica?
Evidentemente es un terreno público. Dicho terreno será cedido en concesión de
manera gratuita y modificando la ley a favor de un banco por un espacio de 50
años.
"Dicho terreno será cedido en concesión de manera
gratuita y modificando la ley a favor del sector privado por un espacio de 50
años"
La
mayoría de opiniones en contra de este centro, han aludido siempre a su
ubicación y a los pasos “legales” que se han dado para ella. Se trata de una de
las zonas con más alto valor paisajístico de Santander, la parte norte de los
Jardines de Pereda. Varias asociaciones
(Ecologistas en Acción, Plataforma DEBA,
FECAV) han manifestado que mejor estaría en una zona más deprimida de la
capital cántabra que pudiera ser revitalizada ( San Martín, Rostrío, etc.…), y
no en el mejor escaparate que tiene la ciudad que por si fuera poco, se puede
ver
bastante afectado ( el conjunto arquitectónico
proyectaría una sombra de 60 metros sobre los Jardines de Pereda con la
consiguiente modificación ambiental).
Aparte,
estos terrenos los gestiona la Autoridad Portuaria conforme a un marco
legislativo. Pero cuando pide algo Don Emilio Botín, nadie le dice no en la
región. Según denunció Ecologistas en Acción, se modificó el Plan Especial de Ordenación del Sistema
Portuario de Santander, incluyendo la posibilidad de incorporar un
“equipamiento cultural”, con unas características determinadas. Cuando la
Fundación Botín presentó el proyecto del Centro, qué casualidad que cumplía
justo con los requisitos permitidos en la nueva ley. Y es que la ley se
modificó a la medida de los intereses del banco y su
fundación. De esta manera se permite destinar un espacio público portuario a
una iniciativa privada. A su vez, esta modificación estaba condicionada al
soterramiento del tráfico entre la actual glorieta de la Avenida Alfonso XII y
el Palacete del Embarcadero, que también está incluida en la modificación.
Ahora bien, esa obra no es competencia de la Autoridad Portuaria, sino del
Ayuntamiento de Santander, con la correspondiente y supuesta modificación
previa del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana). Dicho soterramiento va a
suponer, además la reducción de los dos carriles por sentido actuales, a uno por sentido, con lo que puede suponer para el tráfico rodado de
esta parte de la ciudad.
Todos
estos trámites han sido agilizados a velocidad de vértigo (igual de “rápido”
que con las obras de Valdecilla, el acondicionamiento de barrios, la
construcción de centros de salud, el soterramiento de las vías férreas de RENFE
y FEVE, etc…). Aún así, sin haber concluido todos los trámites legales ya se
han iniciado las obras. El mismo Colegio de Arquitectos de Cantabria, planteó
una alegación incluyendo el Centro en los jardines de Pereda alejándolo de la
primera línea del muelle que evidentemente, fue desestimada. Y es que Don
Emilio, quiere inaugurar el centro, enfrente de la sede de su banco y en el año 2014, cuando se cumplen los cincuenta años de la
Fundación Botín. Y el alcalde de Santander Íñigo de la Serna, está dispuesto a
facilitárselo a cambio de pocas cosas. De momento, OHL se encargará con ASCAN de la construcción del armatoste.
"Y es que la ley se modificó a la medida de los
intereses del banco y su fundación. De esta manera se permite destinar un
espacio público portuario a una iniciativa privada".
Si
echamos la vista atrás, la historia se repite. En 1947 el Banco Santander, unió
dos edificios adyacentes que poseía en
el Paseo de Pereda, invadiendo la embocadura de la calle del Martillo y dar de
esta manera, a su sede bancaria más representatividad . Don Emilio Botín padre
no desembolsó un duro a los ciudadanos de Santander por la invasión del
terreno.
Los
mayores argumentos a favor hacen relación a la dinamización económica de la
ciudad gracias a esta “aportación desinteresada” para colocar a Santander entre
las grandes ciudades del turismo cultural y artístico. Lo cierto es que no
corren buenos tiempos para la lírica. La reciente subida del IVA a los
productos culturales (teatro, cine, conciertos, etc…) del 8% al 21% no va
ayudar mucho a este menester. Según declaraciones de la Unión de Asociaciones
Empresariales de la Industria Cultural Española, prevén el cierre del 20% de
las empresas del sector y más de 4.000 despidos. Todo esto sin tener en cuenta
problemáticas de otro tipo como la generada recientemente
en el Centro Niemayer de Avilés, donde la construcción y la titularidad del
edificio corrieron por cuenta del erario público y el Gobierno del Principado,
pero los contenidos dependen de la Fundación Niemayer. Las desavenencias
Gobierno Fundación Niemayer estuvieron a punto de cerrar el centro y produjeron
pérdidas de un millón y medio de euros sólo en cancelaciones de actuaciones
previstas.
"En 1947 el Banco Santander, unió dos edificios
adyacentes que poseía en el Paseo de Pereda, invadiendo la embocadura de
la calle del Martillo y dar a su sede bancaria más representatividad"
¿Estaría dispuesta a no rentabilizar
su inversión la Fundación Botín? La realidad es que el Centro Botín está ya
rentabilizado antes de haber sido construido. En el año 2010, el Grupo
Santander obtenía 8.181 millones de euros de beneficio. La fundación
perteneciente al banco, había invertido 33 millones de euros, unidos a los 148
millones destinados a actividades de “Responsabilidad Social Corporativa”. Todo
ello apenas un 1,8% de los beneficios obtenidos, sin contar las ventajas
fiscales que tienen las fundaciones. Las donaciones en nuestro país por
sociedades suponen una deducción del 35% en el Impuesto de Sociedades (en
Austria la deducción es del 100%). En la actualidad se
está intentando favorecer aún más a las empresas en el marco de una nueva Ley
de Mecenazgo que garantice financiación privada a la cultura a cambio de no
pagar impuestos (ya existen exenciones para las fundaciones en tributos
locales, IBI, Impuesto cobre Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados).
Este es el objetivo fundamental de las fundaciones empresariales muchas de las
cuales no gozan de muy buena transparencia. El director de la Fundación Juan
March, Javier Gomá reconocía que “el sector
fundacional o su retórica presentan como altruismo, filantropía, virtud cívica,
participación de la sociedad civil, voluntariado, lo que en la inmensa mayoría
de los casos es economía de la distribución de la renta. Buena para el país,
pero no necesariamente filantrópica”. El presidente de la asociación de los Inspectores de Hacienda, Julio
Ransés Pérez, afirmaba que hay muchos
casos es los que bajo las operaciones de mecenazgo se ocultan meros contratos
publicitarios, que no pagan por tanto los impuestos que deberían y fundaciones
que esconden explotaciones económicas.
“hay muchos casos es los que bajo las operaciones de
mecenazgo se ocultan meros contratos publicitarios, que no pagan por tanto los
impuestos que deberían y fundaciones que esconden explotaciones económicas”
De
los 2.205 millones de euros logrados por el Santander en el 2012, la inversión
en este centro supone un 3.49%.Aunque sólo sea para celebrar las Juntas de
accionistas del banco (para las que hasta ahora alquilaban el Palacio de
Festivales), en una construcción inédita, prolongación de la sede más antigua
del banco sobre la bahía, merece la pena tamaña inversión.
En resumidas cuentas, la
banca nunca pierde. Y mucho menos con una clase política a su servicio como un
perro rastrero. Si viene un banquero y pide la calle, se la regalamos sin
consultar al pueblo que es su verdadero dueño. Señor alcalde ¿por qué no ha
puesto una carpa en la Plaza del Ayuntamiento de Santander para que los
ciudadanos opinemos libremente como hace con el Plan General de Ordenación
Urbana de la ciudad? ¿Es que aquí no interesa la participación ciudadana? La
banca siempre manda!!!